19 agosto 2006

Una vida en penumbras

Jamás había sentido una oscuridad tan densa y asfixiante.. Túneles muy estrechos van configurando la ruta hacia el interior de la mina del Potosí. “Ya no queda nada”, aclaró el guía, un minero que había dejado en esos túneles más de 20 años de su vida. Y su salud daba fe de eso.

El circuito turístico permitía a los visitantes, expectantes y sorprendidos, llegar hasta las entrañas del Potosí y vivir la experiencia “única” de sentirse minero por 30 minutos. Debe haber sido muy interesante el recorrido luego de los primeros 5 minutos, tiempo que tardé en descubrir que “soy” (fui, ya que nunca más sucedió) claustrofóbica.


Comuniqué al minero mi intención de retirarme, y él designó a una “guía” para que me ayude a encontrar la salida. Aquella orientadora de cobardes, era la pequeña que me acompaña en la foto.

Conversamos durante los 25 minutos restantes en las afueras de ese lugar tenebroso y sombrío (mi espíritu de niñera nunca me abandona).
Quise fotografiarla, para no olvidar nunca más su rostro... EL rostro de la niña que me acompañó cuando tuve miedo...

LG: Recuerdos de Bolivia- 2002

15 Comments:

At 12:27 p.m., Blogger Noelia Maldonado said...

Con respecto a las fotos: No coments!,
con respecto a tu blogg, la mejor de las suertes!!!

 
At 12:54 p.m., Anonymous Anónimo said...

Bienvenida a la blogsfera!!! Espero que encuentres tu lugar en este mundo interneteareo y ya te veo yendo a los Blogs & Beer de los Cordobeses soquetes...
Besos y abrazos, nos vemos, YOP!

 
At 8:44 p.m., Blogger Juan Strasorier said...

blogger lauris!! bueno esta bueno lo de contar realidades que quizas a nosotros no nos toquen de cerca. Exitos con tu blog. besos

 
At 11:38 a.m., Blogger Sebba said...

uau... que buena historia... a veces somos salvados por quien menos esperamos y cuando nuestro niño interior (que hubiera ido sin problemas al interior de cualquier mina) no alcanza, viene al rescate la niña interior de aquella mina.

 
At 3:11 p.m., Anonymous Anónimo said...

Este viaje que ¡no soñaste!, pero que fue un sueño... Te permitimos realizarlo, porque tu ilusión ya estaba en el punto culminante.
No me arrepiento, porque creo que colmaste, tus ojos , tus oidos y tu corazón, de belleza, felicidad, admiración...
Despues con tus relatos,DETALLADOS, y tus fotos,pude hacerlo imaginariamente...

Un beso, suerte con el Blog.
Mónica

 
At 9:27 a.m., Anonymous Anónimo said...

AMIGA!!!!! A pesar de ser tan tan pero tan amigas como lo somos, no sabía de esta historia. Mates de por medio, me contarás más detalles. Te quiero mucho!!!! Noita

 
At 11:29 a.m., Blogger María Elena said...

Muy buen post! Hermoso, bien acompañado por las imágenes. Punto extra por modificar los enlaces recomendados. ¡Segui adelante!

 
At 11:29 p.m., Blogger Lau Giubergia said...

Y si.. es una linda historia.. siento que muchas veces es muy lindo poder reconocer nuestros miedos, nuestras propias limitaciones.. aunque no siempre son tan fáciles de aceptar, siempre es más liberador compartirlas.
Seba: si, seguramente la lau niña hubiera entrado a la mina y la hubiera recorrido sin problemas.. no tengo dudas!

 
At 11:30 p.m., Blogger Lau Giubergia said...

PREGUNTA: ¿Recordás alguna vez que hayas tenido miedo? ¿A que fue?

 
At 4:04 p.m., Anonymous Anónimo said...

amiga q bueno q esta esto!felicidades! y si tuve mucho miedo...y a q fue? cuanto puedo escribir?...

 
At 7:12 p.m., Blogger Lau Giubergia said...

amiga! no sé quien sos porque no firmaste.. pero te cuento: acá podés escribir lo que quieras, pero sino avisame, y lo armamos como un post! Si?

 
At 7:13 p.m., Blogger Lau Giubergia said...

Mmm.. me quedé pensando.. tambien podés ser amigo.. En ese caso, no te sientas discriminado.. también podés escribir lo que quieras!!

 
At 1:08 p.m., Blogger Cristalina said...

Lau, también estuve en Potosí, también estuve en las minas del Cerro Rico, vaya a saber si en la misma que vos. Por suerte descubrí en esa expedición que NO soy claustrofóbica, y me quedé hasta el final. Tuve una charla muy linda y muy triste con Javier, un chico de 15 años que trabaja todo el día en la mina. En ese momento pensé que por lo menos había que buscar un responsable de que ese pibe venda su vida ahí, despúes me olvidé. Que tristeza me da.
Realidades encontradas, todo el tiempo. Me sumo al blog, claro, me van a tener que aguantuar. Seguí mostrándonos los desencuentros de los encuentros de esta vida.

 
At 1:08 p.m., Blogger Cristalina said...

Lau, también estuve en Potosí, también estuve en las minas del Cerro Rico, vaya a saber si en la misma que vos. Por suerte descubrí en esa expedición que NO soy claustrofóbica, y me quedé hasta el final. Tuve una charla muy linda y muy triste con Javier, un chico de 15 años que trabaja todo el día en la mina. En ese momento pensé que por lo menos había que buscar un responsable de que ese pibe venda su vida ahí, despúes me olvidé. Que tristeza me da.
Realidades encontradas, todo el tiempo. Me sumo al blog, claro, me van a tener que aguantuar. Seguí mostrándonos los desencuentros de los encuentros de esta vida.

 
At 2:57 p.m., Blogger Lau Giubergia said...

Cris!! Entonces ya encontré a alguien que me cuente que tal la excursión después de los primeros 5 minutos!! jajaja.
Los viajes son una ocasión muy especial para encontrar realidades.. ya podrán ver más imágenes de mi travesía, mochila a cuestas..

 

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